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Chianciano Terme, el set de un estilo de vida

Una lápida del 1600 afirma: Balnea ista inter celebres Porsennae delicias insigna (estos baños, famosos entre las famosas delicias de Porsenna). Hay mucha retórica, pero la presencia etrusca en esta realidad termal está documentada. El nombre de Chianciano se asocia al mismo topónimo de Chiusi, o podría referirse a “Cis Clanas”, de este lado de la Chiana, o haber tomado el de un centurión romano. Varro, Tibulo y Orazio hablan de las aguas de Chianciano, y hay quienes colocan aquí las “Fonti chiusine”, donde se habría curado el emperador Augusto. En el museo hay notables restos de estructuras termales, como la famosa Mater matuta, así como el carro de Diana Sillene (siglo III-IV a.C.) que hoy en día da nombre a un balneario (pero también hay quienes se refieren a Silla). Las visitas célebres han sido constantes: Pirandello ha ambientado aquí dos novelas, Federico Fellini la obra maestra 8½. Un cardenal en la apariencia de mezcladora, un Mastroianni en la de un director atormentado son iconos en blanco y negro de un período maravilloso, tal vez irrepetible. Pero la cura del hígado ya no es atractiva, hay alternativas acordes con los tiempos: las termales sensoriales y piscinas termales, así como un bellísimo territorio. Basta citar la zona de la Foce, con vistas a la Val d’Orcia.

Profundización

Chianciano era un centro etrusco-romano de considerable tamaño, en el agro chiusino, seguido de un castillo medieval. El topónimo sugiere Clancianum, es decir de esta lado de las Chiane. Un documento de 1072 nos dice que estuvo bajo el dominio de los Manenti, como Chiusi y Sarteano, que en 1229 se unieron a Siena. Luego pasó al territorio de Orvieto en la primera mitad del siglo XIII, por un breve período: en 1347 Chianciano hacía un juramento de lealtad a Siena. Después del período del gran duque, luego de la unidad nacional vino la modernidad en torno a un concepto nuevo, de cuidado termal, bien valorado localmente. Y así los valientes aparceros se han convertido en los ricos protagonistas de una nueva economía en un contexto mundano, brillando con luces, sonidos, alrededor de los conocidos rostros de la canción y el cine. Posteriormente, otros lugares han atraído la mundanidad y el turismo, con el apoyo de las sociedades mutuas. Terminada la época de oro, Chianciano permanece con su gran patrimonio de aguas, alojamiento e historia, esperando un resurgimiento definitivo.
 

Experiencias a vivir

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